Y de repente ahí están,
Tablas legendarias con incontables kilómetros de olas recorridos durante días, semanas, años a lo largo de costas doradas bañadas por el oceano.
Colgadas en el desván de una tienda, olvidadas por sus dueños originales, como trasto viejo que no anda que ya no sirve, por sus grandes volúmenes, sus setenteros diseños, sus pesados foams, sus quillas integradas.
Algún nostalgico quizás, si alguno, pero lo mas seguro que sigan acumulando polvo sobre los restos de parafina seca y salitre desgastado que poseen en esencia, y durante años con paciencia infinita permanezcan inmóviles, en suspensión, ávidas de una pequeña aventura, de un viaje que le lleve a un sitio de olas imposibles, donde cabalgar de nuevo hasta el fin con el único objetivo de escapar una vez mas o partirse en el hueco y desaparecer en la profundidad del azul mar.
1 comment:
Querria añadir algo mas pero no lo quiero estropear. Me ha encantado lo que has escrito.
Saludos Nacho!
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